
Siempre ha considerado el arroz poco fotogénico, pero es que es tan socorrido y está tan rico, que siempre que puedo acudo a él. Vamos con mi receta particular, fácil donde las haya pero, eso sí, con producto de calidad sobre la mesa. Ese día venian invitados, y teniendo el mercado al lado, lo tenía claro…. un arroz negro.
Ingredientes para 3-4 personas:
1-2 ajos
1 puerro o cebolla
1 tomate
1 rodaja de pez espada (o del pescado que más te guste)
1 puñado de calamares
3 puñados de almejas, chirlas o mejillones
2-3 gambas por persona
1 tacita de arroz por persona
2-3 sobres de tinta de calamar de 4 gr
chorrito de aceite
caldo de pescado
Para el caldo de pescado, aprovecha que vas al mercado para pedir cabezas o espinazos de pescado, y recuerda de siempre añadir las cabezas y cáscaras de las gambas, aportan muchísimo sabor y dan color. Hervir 20 minutos todo junto, colar y listo. Aparta la medida de 2 tazas por cada una de arroz.
Mientras se hace el caldo, sofreimos el pescado y marisco, por separado. Primero las gambas (están peladas puesto que las cáscaras y cabezas están en el caldo), luego el pescado ya cortado, que cogerá el sabor de las gambas, después el calamar, y por último las almejas. Apartamos.

Chorrito de aceite a la sartén, y sofreír el ajo ya picado. Picar el puerro y añadir a la sartén. Cuando veais que está doradito, añadir el tomate ya triturado.

Añadir el arroz y dejarlo sofreir unos segundos mientras lo mueves; añadir la primera taza de caldo. Una vez se ha absorbido la primera taza, puedes añadir el resto del caldo, bien de golpe, bien poco a poco, que es como más me gusta.

Cuando veas que faltan unos 5 minutos para terminarse de hacer, añadir la tinta de calamar, de manera que llegue a hervir (para quitar su toxina) pero que no llegue a secarse.
Justo antes de apagar el fuego, añadir el pescado y marisco que previamente hemos sofrito.
Lo que os decía, muy poco fotogénico… ahora bien, en sabor no le gana nadie! Un buen vinito blanco fresquito y…


¡Que aproveche!




Una vez tenemos el foumet, sofreir con un ajito las gambas ya peladas y el pescado en trozos, y apartar los ingredientes en un plato. No tengas miedo en usar mucho aceite porque luego el arroz se sofríe en la misma sartén y así coge el gusto del aceite en el que has puesto previamente las gambas y el pescado. Es el momento de sofreir el puerro, que le aporta jugosidad al plato.





